miércoles, 3 de diciembre de 2008

Una medicina distinta hoy para Florida.

Por Lic. Reinier Barrios Mesa
(barrios@rflorida.icrt.cu)


La ciencia de la salud y la cura de las enfermedades tiene en Florida una historia de muchos años, aunque hoy no puede afirmarse con certeza quién fue el primero de los hijos de esta tierra que logró hacerse médico y dar salud en una región, que allá por los primeros años del sigo comenzaba a soñar con ser ciudad desde el impulso de sus primeros habitantes.

Durante aquellos días fundacionales la medicina se hizo a veces por amor, a veces por dinero, casi siempre desde la improvisación y con esos conocimientos que la sabiduría popular atesoró por tiempos, y regalaron destreza a las manos de las comadronas y el poder de los abuelos de recomendar una yerba o un ungüento para aliviar los males del cuerpo.

Aquella época impuso la pena de que los pobres no pudieran acercarse a los hospitales que entonces se construyeron, la clínica San Juan Bosco, que hoy miramos con tristeza destruida por la fuerza de Ike, era un recinto hasta el que llegaban solo los ricos y pudientes, o quienes lograban conseguir los votos para el alcalde de turno.

No le faltó a nuestra medicina de entonces nombres importantes, y así cuentan los más viejos que los esposos Cossío atendían a quienes llegaran hasta su consulta sin preguntar si había o no dinero, brillaron los doctores Pérez Ley, Villalón, y otros muchos que aunque una vez decidieron irse, son también parte de la historia de nuestra medicina.

El doctor Fernández Gil es uno de esos orgullos de los hombres de batas blancas de hoy, porque entonces tuvo la visión de que era la Revolución iniciada la que traería los verdaderos cambios desde la justicia y se quedó, y fue con ella donde más niños el doctor pudo salvar desde su cariño y su deseo inmeso de siempre ayudar.

Y aquí hizo esa misma Revolución hospitales, policlínicos, consultorios médicos,en sus tiempos más duros nos regaló salas de rehabilitación y nuevos servicios, desde aquí desterramos la idea de que la salud era un privilegio y la convertimos en un derecho, y la hicimos distinta, desde aquí se fueron hijos de Florida a otras tierras y en las comunidades en las orillas del Orinoco, o la pampa boliviana, o en las montañas de Pakistán, ay allá brilló nuestro orgullo por la patria chica.

Ahora sólo podemos decirle gracias a la Revolución por esta medicina que aún no es perfecta, pero que hoy celebra su día para orgullo de todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una buena resena e interesante cronica de la historia de la medicina en el municipio de Florida. Me dio una mejor idea de la historia y de la tradicion de la practica de la medicina en ese rincon de Cuba.