lunes, 15 de diciembre de 2008

Florida, una mujer de 84 años.

Por Lic.Reinier Barrios Mesa
(barrios@rflorida.icrt.cu)

Florida es una mujer que este 15 de diciembre amanece de manera diferente, pues sus calles angostas, sus fachadas descoloridas y sus viejos edificios, ahora se saben orgullosos de haber robado un año más al calendario, y avanzar hacia un futuro que parece estar casi al alcance de la mano.

Esa dama distinguida por el carácter de sus hijos, esa urbe de pechos de chimeneas, caderas atravesadas por camino de hierros y cintura ceñida por la carretera de todos los destinos de la isla, amanece con un año más de historia, y entonces sus hijos se congratulan ante la idea de verla avanzar a pesar de tropiezos y dificultades.

En su seno amantísimo albergó la ciudad desde siempre a los hijos de esta tierra, y les dio abrigo en tiempos de frío y hambre, y los cobijó en su regazo cuando intentaron atropellárselos, y los despidió confiada cuando se fueron de misiones internacionalistas o salieron de aquí a estudiar o trabajar otros parajes lejanos.

Es cierto que hoy ella mira triste los huecos en sus calles, el derrumbe de algunos lugares importantes, la caída de sus árboles frondosos que saludaban al visitante en la entrada oriental, pero ella se ha untado sus mejores polvos, ha puesto una pizca del carmín de la alegría en su rostro, ha tirado sobre sus hombros el viejo chal, y feliz y voluntariosa observa el ir y venir de sus habitantes, siempre segura de su destino.

Florida es una mujer, que ahora goza entre sus piernas y con los brazos apretados el tremendo placer de saberse admirada y querida por los suyos, ella acumula experiencia y juventud, Florida es hoy una mujer de 84 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que reconocimento tan conmovedor a una mujer de 84 anos! Gracias por llevar a los lectores por ese rincon de Cuba y por asi hacer retroceder la maquina del tiempo.

Heyse dijo...

Muy agradable escuchar tan bonita metáfora referida a esa ¨mujer de 84 años¨. La ciudad es verdad que siente, como otras, el embate del tiempo y la nececidad de recursos; pero como cuna de todos, el orgullo y satisfaccion inúndan nuestros corazones por sobre todo... gracias.