viernes, 28 de noviembre de 2008

Homenaje en Camaguey al Padre de los Pobres.

Por Lic. Reinier Barrios Mesa
(barrios@rflorida.icrt.cu)

La identidad de la región agramontina la conforma también ese orgullo por ser el espacio para que algunas personalidades contribuyeran a enaltecer su historia, y desde estas tierras escribieran su nombre como ejemplo de entrega a la causa de los pobres y los desposeídos.

Uno de esos hombres que hoy identifican a Camaguey es el Padre Olallo, figura cimera de la villa en sus tiempos coloniales, quien en el año 1835, con solo 15 años de edad, fue destinado al Hospital de San Juan de Dios de Puerto Príncipe, para completar su formación religiosa y profesional.

Allí afrontó valerosamente muchas de las grandes epidemias que azotaron la ciudad en su tiempo, y como tenía una sólida formación en medicina, pudo en más de una ocasión, hacer de cirujano y farmacéutico.

Cuentan que el 12 de mayo de 1873, al llegar el cadáver del Mayor General Ignacio Agramonte a la Plaza situada frente al hospital, el Padre Olallo desafiando a los soldados españoles lo recogió del suelo, solicitó conducirlo en camilla y lavó los restos mortales del insigne patriota.

Fue tal vez este el ultimo de los hombres justos del Camaguey legendario que tuviera noticias acerca de Agramonte, pues nada más se supo después de que su cuerpo fuera trasladado del hospital, y ni siquiera hoy el más excelsos de los hijos de la villa de los tinajones tiene una tumba donde rendirle tributo.

A fray Olallo se le deben otras obras como el mantenimiento del hospital que él mismo creó para atender a los pobres, la sabiduría popular lo recuerda como un ser de extraordinaria sensibilidad y una pasión por la ayuda y la solidarod entre los seres humanos.

Este sábado 29 de noviembre la iglesia católica estará rindiéndole homenaje en la iglesia de La Caridad, en una ceremonia de beatificación para la cual se reunirán importantes personalidades de la ciudad, como digno homenaje a un hombre que tuvo la dicha de perpetuarse más allá de su tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Honrar honra. Y eso es lo que haz hecho Reinier con este articulo de homenaje y recordacion a la figura del Hermano Olallo.

Creo que es un orgullo para los cubanos y de forma especial para los camagueyanos la celebracion de esta ceremonia la cual reconoce los meritos de una persona la cual dedico su vida al servicio de otros.

Honra una vez mas es algo importante y es mas que merecido cuando se trata de alguien que vivio para servir y aliviar los males humanos en el entorno en que vivio.
Gracias por recordarnos de su figura y a la vez por mencionar alguna de sus muchas contribuciones en el entorno que le toco vivir.

Anónimo dijo...

Creo que ese articulo nos lleva a reflexionar como individuos y como parte de un mundo que va mas alla de nuestras propias paredes de lo que significa comprometernos a aliviar las necesidades humanas dentro de nuestros oficios y profesiones.

Se habla muchas veces de caminar una segunda milla en nuestro caminar por la vida. Eso y mucho mas fue lo caracterizo la vida y el ejemplo de este hombre. Que este reconocimiento nos sirva para emular su memoria dentro de nuestras labores y roles en la sociedad en que vivamos.
Esa seria una manera de honrar al Hermano Olallo que tendria un gran alcance.