Florida la hermosa ciudad que en sus predios alberga a dos industrias azucareras y que tiene como tiempo fundacional los inicios del pasado siglo, vive por estos días la alegría enorme que solo propicia la satisfacción del deber cumplido, a la vez que se impulsa hacia días mejores apegada a lo más auténtico de su cultura, la cual fue gestándose mucho antes de que el pueblo naciera hecho calles, casas, parques o fábricas.

En días de República por las calles de la ciudad anduvieron personajes ilustres que por siempre marcaron la historia de esta región. Algunos de los más viejos recuerdan el andar alegre de Benny Moré por el parque de aquí, y cuentan que las mujeres llegaron a suspirar por el encanto seductor de un Jorge Negrete que llegó contratado por una de las compañías productoras de filmes mexicanos, y que regaló hermosas palabras de elogio por las atenciones que recibió.

Los de ahora, los hombres y mujeres que hacemos este presente de luchas cotidianas marchamos hacia el futuro con la convicción profunda de que solo la cultura y el fomento de las más variadas de sus manifestaciones continuarán impulsándonos hacia días mejores. Por eso quizás hoy podamos mostrar orgullosos a quienes deciden venir por aquí, un sistema de instituciones culturales que se mantienen vinculadas a la comunidad, para potenciar el disfrute pleno de todas artes y que cada año promueve el desarrollo comunitario.
El movimiento de artistas aficionados y profesionales es una evidencia clara de cuanto se hace en pos de la cultura en estas tierras. Ellos protagonizan las galas artísticas en la Casa de Cultura del municipio, o en la de la Trova convertida en recinto especial para la música. Los más de 15 proyectos culturales que se gestan desde aquí en las instituciones, los barrios, comunidades rurales, o en centros de trabajo, propician ese acercamiento necesario con el hombre el cual se presenta como la mejor manera para conocernos.

Hoy la ciudad acoge con orgullo a Rubén Fahilde y Antonio Romero, poetas que desde aquí siguen construyendo versos, publicando libros y ganando premios. Ahora mismo ella mira serena el romance hermoso con el lienzo y el pincel que desde hace algún tiempo protagonizan Marcos Planos, Roberto Noguel, Ariel Rabbaza y Yanel Hernández. Ella sueña a la par de sus 74 instructores de arte de la Brigada José Martí, quienes en bicicleta acortan las distancias, e incitan a los pequeños en ese encuen
tro primero con la zapatilla, el telón, y los aplausos.

Concientes de lo mucho que nos queda por andar pero herederos de toda esa tradición iniciada desde los tiempos del viejo San Jerónimo y cultivada en todos sus años, los que tenemos la dicha de vivir en Florida, saludamos a esa dama centenaria que ahora mismo luces sus mejores polvos. Ella abre su abanico para aliviar el sopor de las tardes de estos días y recibe amantísima en su seno a cuantos deseen visitarla, ungida de fiesta y celebración por sus victorias. Desde sus entrañas también se hace la cultura y se vive para el arte en estas tierras